Nom Antonio Vera Mahedero (1959)
Títol  Antonio Vera, el pintor i la seua poètica
Categories Art, cultura, home
Data i lloc de l’entrevista Dijous 7 de març de 2024
Equip entrevistador Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar), Bàrbara Sales Alós
Publicació a Moncadapèdia Dimecres 17 d’abril de 2024
Enllaç https://youtu.be/DSFeP4Ri-mg
Extracte https://youtu.be/KR_NaaoFTpc
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Antonio Vera (1959) és un pintor afincat a Montcada, de depurada tècnica i molta facilitat per al dibuix i el color. També és un gran conversador, un home culte i inquiet amb qui, amb motiu de l’entrevista, hem tingut la sort de compartir tres llargues hores de conversa (gràcies, Antonio, per la teua paciència!). En esta ocasió hem intentat anar més enllà de la superfície pictòrica i entendre la seua poètica, la filosofia (la saviesa) que hi ha darrere de les seues composicions senzilles, austeres o bigarrades, que denoten una espiritualitat y una forma de vida molt concreta —i molt fèrtil per a la producció artística—. De vegades veiem en Antonio un franciscà, d’altres un mestre zen, amb un discurs ple d’humor i d’humanisme. Amb ell parlem d’estètica, però, com voreu, sobretot d’ètica. Agraïm la seua generositat a l’hora d’obrir-nos el seu estudi i el seu pensament.

En esta publicació podeu accedir també a quatre catàlegs de la seua obra (en la columna de la dreta en ordinadors, i al final de la transcripció en mòbils i tàblets) i a altres materials, que la convertixen en la principal eina de coneixement del seu treball artístic. Més enllà de gustos estètics, és una oportunitat preciosa per a pensar el sentit ètic i estètic de l’exercici de la pintura en el nostre context.

Sinopsi

Antonio Vera Mahedero (1959) és un pintor afincat a Montcada que parla del seu treball pictòric però també de la seua poètica, plena d’humanisme i rigor.

Transcripció

…por la calle de mi pueblo, haciéndose un cerrito de arena, o por la noche mirando la luna. Que siempre me pareció intensito. Ahora alguna vez… cuando está en luna llena y todo eso…. “Oh”. [Ininteligible] Es eso, como un “oh” y un misterio. Flota eso y todo eso. Entonces la estancia la recuerdo… mi sed me recuerda que en el mundo fue en esos momentos, cuando ya empecé a notar que estaba en el mundo. Entonces tengo tendencia a la… —ya lo sé que a vosotros no hace falta que os lo explique así, pero bueno, os lo digo— a la filosofía, pero en el plan de la sabiduría, no de conceptos como de… Por ejemplo, Antonio Machado decía una cosa muy interesante sobre la filosofía en Alemania. Decía: “son unas mentes poderosas. Unas mentes poderosas. Escriben cada mamotreto…”. Son Kant, el otro y el otro y el otro. Dice: “…pero nunca entendieron a Dios”.

Te voy a poner un microfonito, ¿vale?

Un alemán… que eso es una bestialidad, ¿eh? Yo cuando he leído algo de… que nunca he terminado nada de lo que he leído de… el único un poquito Kant, pero… los otros… Schopenhauer… Madre mía, ¿cómo pueden tener estas cosas en la cabeza? Unas cosas terribles, me refiero… parece como un juez cuando tiene que estudiar para ser juez, es una cosa impresionante, que te deja mareado. Entonces… la filosofía de “estar en la vida”, que no el concepto y desarrollarla a través del concepto y todo esto, sino de saber estar. Si el grifo se te estropea y tú lo sabes arreglar, eso es sabiduría. Eso es sabiduría. Cualquier problema emocional… y lo sabes solucionar, eso es sabiduría, no es una acumulación de… Porque si no tienes ahí a Sócrates, que ya es bastante. Lo dejó claro, lo dejó claro. Yo he leído la defensa de Sócrates y me quedo pasmado. Todavía cuando lo vuelvo a leer me quedo pasmado: ¿cómo puede ser tan claro, tan sencillo, con las pocas palabras…? Y después supongo que para decir que él no sabe nada hay que saber mucho. Una persona que dice que “sólo sé que no sé nada”, precisamente sabe mucho. Entonces me interesa eso, quiero decirte que no la filosofía como concepto de mi mente ahí dándole vueltas a cualquier concepto de la vida y todo eso, sino como saber estar en el mundo, ¿no? Y eso quizá me hace estar en la pintura de una manera, pero no es… entiendes, lo de la pintura es… “¡oh!” [risas]. Yo lo resumo de esa parte… algunas veces que paseo por Portaceli y sitios de aquí, toco un tronco, porque ya sabes que he hecho troncos de árboles y todo eso, ¿no?: toco un tronco del árbol, me acerco a la hierba, y me parece… hay veces que parece que siento que el… porque sí que hay una voluntad que lo mueve todo, no sabemos qué es, si es Dios o el átomo, pero hay una voluntad operante, y ahí yo hay veces que la siento, parece que la cojo y todo eso y siento y me da tanta… tengo tanta belleza con eso y ese sentimiento que parece que no lo puedo soportar, mi corazón no lo va a soportar. Y entonces me doy cuenta que es como un acuerdo. Me alegro y me entra un poco de tristeza porque creo que algún día se acabará. Pero digo: no, ése es el pacto. Ése es el pacto. Disfrútalo mientras puedas y… Y entonces ahí es donde estoy más, en la pintura quiero decirte con eso, con ese misterio que te da, por ejemplo, tú miras un tronco de un pino o algo de eso y es una cosa asombrosa, yo me quedo alucinado. Con las capitas, los colores… O la hierba, ¿no?, que la coges y piensas: una cosa tan delicada… Y si ves un caracol en ella ya te quedas pasmado, porque saca la cabecita y hace así con las dos antenas… [risas]. A mí todo eso ya te digo, me conmueve. O sea, soy pintor porque la vida me conmueve. Naturalmente puedes ser panadero y mecánico y también te conmueve la vida, ¿no? O sea, que…

Bueno, ahí está la filosofía, pero también la poesía. Todo lo que estás diciendo…

Sí, yo creo que de hecho… universo no sé si… Un día se me ocurrió: claro, “uni-verso” es “un-verso”. [5 min.] En el fondo casi es como un poema. Un poema inmenso, es esta cosa del sol y las galaxias y todo eso es una especie de… [risas]. Y parece ser que los que estamos entendiendo eso somos nosotros. Bueno, aparte de que pueda haber alguien más. Y en ese aspecto sí que soy espiritual y defiendo la espiritualidad, porque en el fondo yo ya creo… Bueno, no, creo no, creo que lo siento, siento que soy un espíritu con una experiencia humana. No una experiencia humana con una experiencia espiritual. Yo creo que soy al revés. Soy un espíritu con una experiencia humana. Y… bueno, no sé por qué estaba… o sea, a qué venía ahora mismo esto, pero… por lo del poema, me parece como un poema inmenso. Empiezas a pensar lo que es el sol, las galaxias y todo eso, ¡puf!, no te puede entrar en la cabeza, es impresionante, una cosa… Impresionante.

Bueno, maravilloso [risas].

Y bueno, pues los trabajos, en fin, ahí… Si queréis publicar alguna… tendréis que echar fotos, porque mira, ésta… Esto fue precisamente… os puedo contar la anécdota porque fue curiosa. Ésta fue en Portaceli.

Es que fue quizás la primera… yo había expuesto cosas en el Círculo de Bellas Artes de colectivas y de esto, y me parece que fue la primera que hice… Me entraron ganas de hacer pipí, y entonces me bajé abajo en el barranco, porque claro, estás en el campo y eso pero hay más gente y… Y fui al barranquillo y todo eso, y eso fue pues, eso, lo que te ocurre: estoy haciendo y veo que le estaba dando el sol y digo: ¡ostras, qué cosas! Las piedras en el sol es una cosa… me pegó el castañazo, y digo: pues nada, ahora piedras [risas]. Tocó las piedras. Bueno, y aquí hay algo de construcción también, pero en general… es la piedra, ¿no? Entonces, vosotros lo veis, ya te digo, si queréis… Después creo que fue… sí, porque también pintaba esto: esto es Valencia. Bueno, tampoco me voy a calentar con el orden: esta es sobre Valencia…

Pues ésta es una que le hice porque Valencia, como suele ocurrir, y al pueblo valenciano le suele ocurrir —lo digo entre comillas [risas]—, no se da mucha importancia, y para mí Valencia es maravillosa. Es maravillosa, Valencia como ciudad, y la comarca y todo eso creo que es un sitio privilegiado, privilegiado: huerta, mar, montaña… Y entonces le hice una serie a Valencia, de…

Hemos visto fotos, no hemos visto los cuadros.

Es que cuadros desgraciadamente no tengo. Bueno, este por ejemplo está vendido, es de un amigo y es de Toledo. El otro día se llevó otro que era suyo. Es una especie de mecenas que tengo [risas] que me va dando… “pum, pum, pum” y después se va quedando cuadros.

Ahora cogeremos imágenes.

Exacto, si después queréis coger imágenes… Y os vuelvo a insistir: todo por la misma razón, el “¡oh!” ante el mundo, el mundo que me conmueve. Esto, después el árbol…

Sí, hemos visto árboles también.

Sí, árboles… Podéis coger, ya te digo, alguna fotografía o algo de lo que es… árbol.  Y este fue en Godella, natural, que además lo hice por la admiración que tengo a… Godella como suele pasar también en… en Alzira creo que salieron tres o cuatro, pues tuvo a Pinazo, a José Navarro, me refiero a que tuvo a cuatro o cinco importantes. Y lo hice en el palacio de Villa Eugenia de Godella, y esa fue la última. Y ahora estoy con jardines. Que los jardines de Valencia ya te digo, es una cosa… tengo ahí que digo… lo tengo mezclado, voy a hacer un poco ahora de todo, pero tengo para hacer una entera si quiero del Botánico, una entera si quiero del Monforte, otra entera si quiero del Viveros, o sea que, me refiero que hay aquí para dar… [risas]. Tengo la serie a medias de los jardines. Están… Que no sé cuándo la terminaré, como tampoco… hace tiempo que no tengo… antes cuando tenía algún compromiso que trabajaba con galería… Pero ahora no tengo prisa con la obra, entonces cuando pueda…

¿Y cómo lo haces: vas a los jardines, del natural?

Es lo más bonito, es lo más bonito, pero desgraciadamente pues… [10 min.] Estoy peor de físico y después tienes que ir la misma temporada, lo sueles variar, pintar dos horas como mucho… Lo que hago alguna vez es coger apuntes, pero la mayoría después me ayudo con una fotografía de apunte y lo hago aquí. Porque… antes sí que pintaba bastante, y además está muy bien. En Monforte por ejemplo pues… que además vamos muchos pintores allí, o íbamos, íbamos, ya cada vez menos. Y claro, pones el caballete y miras una cosa y está muy bien hacerla así. Aunque ya te digo, ayuda más a través de… ¿Ves tú?, aquí tengo mucho, por ejemplo, en pequeño. Puedo exponer una de pequeños, los tengo además para… por si acaso, porque hice una solicitud y… bueno, ya sabemos lo que ocurre con la burocracia y la… es lenta y a veces… ¿cómo sería la palabra?… Indigna, porque ni te contestan. Entonces… pero vamos los tengo ahí por si acaso, por si me llaman de alguna que solicité. En el Botánico, que me parecía bonito, y eso. Tengo ahí cuarenta por lo menos, de… ¿ves?, cuadritos pequeños. Las esculturitas que hay en Monforte…

Esto es de Viveros, ¿ves?

Y después del Botánico, también hay del Botánico… En fin, ya te digo, aquí tengo por lo menos… creo que hay cuarenta, que los hago… ¿Ves?, ahí los pones y se queda muy bonito, porque… Las cajitas estas. Que alguien me avisa y tal, pues entonces ya esto, si no pues voy siguiendo con la grande hasta que termino. Y lo que veis aquí, lo que hago mucho ahora es la figura, que son casi todos mi familia. Alguna vez algún retrato me encargan, y como en invierno me entra más frío, me recojo, me pongo el caballete ése que tiene Bárbara enfrente, y dibujo. Dibujo en vez de pintar, que me gusta mucho.

Bárbara.- Mira, estes són les nostres felicitacions de Nadal. ¿Verdad, Antonio?

Antonio.- Eso sí que os lo… Eso sí les voy a regalar, porque tengo… Yo soy un enamorado, pero como era… lo único que como era muy mal estudiante [risas]… Cuando veo ahora a los nietos pequeños y todo eso que veas que no se revuelven contra entrar. Digo, claro, un niño es feliz jugando… que ya lo quieren meter en los… Bueno, los tenemos que hacer a la fuerza, pero… mi hija, mi yerno…

Me gusta mucho el lápiz de color, quizá por aquella cuando en la escuela y tal. Entonces hago… cuando tengo frío y todo eso me pongo ahí y estoy más… que tenerme que levantar a pintar, que es algo que… [risas].

Tú eres Antonio Vera…

Sí, Mahedero, con hache intercalada. No me resisto a contarte una anécdota [risas]… No, si Paco el otro día decía, claro, si tú estás con gente que estás a gusto… Yo normalmente me gusta mucho el silencio, ¿eh?, te lo puedo asegurar… A veces noto casi a Dios, te lo digo entre comillas. En el silencio algunas veces cuando… uf. Impone, impone, pero a la vez me… y me gusta. Pero también cuando me gusta un tema soy capaz de eso [risas], de no parar. Y con gente agradable y tal… Ya, ya sé por dónde venía la anécdota: bueno, unas primas mías, que están en Paterna, buscaron “Mahedero”. Es raro, dice “vamos a ver de dónde…”. Les iba a Portugal. No, en Portugal no hay manera. Y ya he encontrado de dónde venía: el pueblo… es que se hizo famoso por la famosas caras, y porque también un alcalde ganó un millón: en Belmez, en Córdoba. No me acuerdo ahora cuál es el pequeño, está cerca de Belmez, y se llama… la Rana, la Cana, [15 min.] algo sí [¿“Doña Rama”?], un pueblo pequeño. Allí aparecieron, en mil ochocientos y pico, porque había minas, escoceses. Entonces probablemente mi abuelo [risas], que bueno, éste es como García Márquez sin estudios, mi abuelo Enereo Mahedero, un nombre curioso, Enereo Mahedero… Que me despierta la sonrisa porque lo veo en cuanto me acuerdo de él, desciende de escoceses que estuvieron allí, y yo digo: ostras… me inflo, porque digo: ser de la misma tierra, la misma sangre que donde Sean Connery, a mí me pone… ¡uah!, me pone [risas]… Sean Connery lo ves tú y dices: ¡hostia, qué hombre, tú, qué hombre! Entonces me hace mucha gracia: Mahedero seguramente será como al español de eso que tienen ellos de “McArthur”, “McCann”, “Mc…”, ¿sabes? Eso, pero es cierto, es cierto, porque lo miraron en el ayuntamiento, o sea que tengo algo de sangre escocesa, parece. Sí. Evidentemente yo creo que por la ésta… hombre, Escocia no, pero la parte de Paterna me tira un poco más que… seguramente tengo descendencia de los árabes. Porque en mi familia se nota, mi padre se nota, y… en Córdoba, me refiero, son de Córdoba, pues seguramente de árabe debo tener, y entonces como prefiero el solecito, más bien… Con la broma del viaje, ¿no?, del viaje, pero… [risas]. Bueno, pues ya está, me refiero es que me encanta la anécdota porque… [risas].

Hombre, es maravillosa, no todo el mundo puede ser… ¡a lo mejor pariente de Sean Connery!

No, no tanto, pero… Siempre me ha gustado eso de que, digo: hostia, aparte de que me gusta mucho, digo: hostia, que la presencia de un hombre, así como… [risas]. En fin, bueno, pues eso, sigue que te he cortado con eso.

No, era saberlo, que lo dijeras. Ya lo sabíamos, pero que lo dijeras tú. ¿Y el año de nacimiento nos lo puedes decir?

Sí, hombre, 1959. Tengo…

Joven.

Hay veces que te dicen: “si la juventud está en la cabeza”, y tal y cual, y digo: sí, hombre, pero estaría bien que se pegara también a la cadera y a la… La juventud, ¿sabes? [risas]. Quiero decir que ya lo noto, aparte de la espondilitis noto algo… En fin. Pero bueno, estoy feliz de estar vivo, o sea que… Del 59.

¿Y lo del arte te viene de familia, o cómo…?

Sí, sí, esto es de mi querida madre, la verdad es que era tremenda, mi querida madre era… Para haberla… yo qué sé, es que sabía hacer de todo, era muy mañosa, y… Uno me confesó… lo digo… bueno, como se puede… como no es una cosa… Uno me confesó un día, estando aquí, dice: “tu madre tiene más huevos que tu padre” [risas]. ¿Sabes?, de esa gente que te dice así… Y era, en cierta manera yo sé a lo que se refería él: era capaz de hacer dulces, hacía coronas de flores que se las pedían, hacía un remiendo de un siete de esos dificilísimos, buena cocinera, se sabía un montón de cosas, hacía cosas de cartón para los nietos, haciendo figuras animales con las tijeras y tal y cual. Si me viene la cuestión del arte es por ella, me refiero que… Que nunca hizo nada así para la calle… me refiero, darse a conocer como una pintora o como lo que fuera, pero sí que era muy mañosa para todo, y muy… muy echá pa’lante además, si veía que no podía lo resolvía a su manera, se hacía patrones ella misma cortando los papeles y sin tener nada de idea de patronismo… Era muy habilidosa, muy habilidosa.

Tú te defines como autodidacta, no tienes estudios de arte…

No, no, no tengo. Fue por una… bueno, creo que me llevó eso: en Borbotó, una furgoneta que llevaba monjas y tal, pues no se dio cuenta el chico y “pum”, castañazo. Media rótula y alguna pierna en la ésa y tal. Y entonces fue ahí, porque yo siempre estuve trabajando en confección, estuve… de hecho estuve hasta con… —lo digo porque tiene más caché— con Montesinos estuve una temporada, [20 min.] con Francis Montesinos, lo que pasa que no… Tengo hasta un jersey de él ahí como una joya. Y estuve en confección en varios sitios, en una empresa también de prendas para… más baratas y tal. Y tuve el accidente cuando estaba con unos en Campanar, y cuando ya se me fue arreglando la rodilla, lo que tuve que estar dos o tres meses, ¿no? Lo pensé porque había llevado cuadros al Círculo, habían funcionado, se habían vendido, y me decidí, digo voy a arriesgarme a vivir de la pintura. A raíz del accidente. Y entonces pues me arriesgué. Y ha habido de todo, quiero decirte [risas]… También he tenido rachas un poco… Pero bien, bien, porque entonces ya fui dueño de mí mismo en el sentido éste de la economía, y… Y lo decidí desde entonces. Pero el arte me viene por la mamá, creo yo [risas].

¿Bueno, cómo se aprende? ¿Cómo es el aprendizaje?

No, bueno, eso… Sí, no, no, pero eso necesita mucho estudio y mucho ver. Mi habilidad para el dibujo, por decirlo de una manera, que era cuando era bueno en lo único… [risas] Yo suspendía ocho o nueve, no aprobaba ni una. Y hoy por ejemplo creo que la matemática creo que es una auténtica maravilla, sé lo que significan. La física, a mí me apasiona la física y tal y cual, pero yo en aquella época lo que quería era estar en la calle, era muy mal estudiante. Entonces la habilidad del dibujo, que se supone que la tenía, pues te hace ya empezar, ya te digo, a… cuando tuve que tomar la decisión de pintar y todo eso, pues pinté. Pero claro, fijándome en todo: en pintores, en museos, en todo observación, y poco a poco vas adaptando a esa forma… Si yo resumo ahora por ejemplo mi estilo, en un… no se puede decir “naturalista”, no me llama, porque el realismo es un concepto mal hecho, ¿no? Una pintura natural, ¿no?, de naturalismo, pues son años de mirar cuadros, de probar, de borrar, de eso, ¿no? Me refiero que no tienes otra, claro, porque si no tienes un maestro que te enseñe pues es eso, probar y probar. Y poco a poco se va definiendo tu estado de ánimo ante ella, es que no sé cómo llamarlo, eso que os he dicho, es que no lo sé realmente. A mí me conmueve una cosa y la quiero pintar y ya está. Y entonces, ¿cómo se refleja eso en el cuadro? Pues la mayoría de la gente que tiene, me dice que los cuadros míos relajan. A mí eso me parece maravilloso. Porque es la intención cuando yo los estoy pintando, también me refiero: en principio me tienen que o relajar a mí o tener esta especie de estado de ánimo de paz, ¿no? [risas], entre comillas, de quietud. Porque, después los verás, en el fondo son quietos todos y todo eso. Tu puedes hacer ese mismo cuadro y ponerle, ¡borrop!, pinceladas violentas y tal y cual. Depende de quien lo pinte, ¿no? Y poco a poco, con ese aprendizaje que ha sido individual… y bueno, y comentarios con amigos, ver exposiciones, insisto, todo, pues acabas definiéndote en donde tú estás, y es donde estoy ahora. En el estado de pintar el cuadro como lo siento, entre comillas, ¿no? Y me vale, me vale. Siempre hay insatisfacción, ¿sabes?, es una cuestión algo psicológica: tú estás en el cuadro y ves… perdón, antes del cuadro ya yo me imagino lo que me ha conmovido, o sea, lo miro y tal, pero siempre te quedas insatisfecho. Siempre, siempre, siempre, no sé si es cuestión mental o es que es así… Insatisfecho en el sentido de más. Después yo sé, por ejemplo, miro este y digo “pues está bien y tal y cual”. Pero para mí se quedó corto, ¿sabes?, quizá porque a lo mejor tu cabeza quiere más de lo que eres o yo qué sé, no lo sé. [risas]. Es como una especie de satisfacción, y cuando empiezo uno parece que voy a pintar siempre el mismo cuadro, es curioso. ¡Ah!, y aquí tengo también una frase de Coleridge, porque sí que he tenido esa sensación a veces. Coleridge era como… aquí como aquí José Mariano… con Larra o uno de esos románticos inglese [25 min.].

Antonio, ¿y cómo pintas, óleo, o haces…?

Sí, tengo de todo, tengo afición de todo, he hecho acuarela… pero mayormente es el óleo. Es que claro, uno… hay tantas cosas que no puedes con ellas, ¿no? Tengo solamente en paréntesis el gouache, que me gusta algo de gouache, de lo que he visto quería probarlo alguna vez. Pero el mayor desarrollo siempre el óleo. Bueno, y el dibujo mucho, ¿eh? Ahí tenéis… tengo ahí de todo, de animales y de todo, dibujo también hago mucho.

¿De las madres puedo decir algo? Que me parece… Es que el otro día tuve una diferencia con alguien, y… Bueno, yo estoy naturalmente convencido de… Bueno, convencido… es tan evidente además, que no hay un ser tan potente en la naturaleza como una madre. Tú lo ves, y yo he visto… bueno, mi madre es una de tantas. Una entrega total naturalmente… ahora le dirían ¿cómo te has pasado tanto y no has hecho nada para ti? ¿No? Todo para los demás. Pero hay un personaje que conozco que hace una referencia a las mujeres. Y está siempre pichando. Y yo aguanto poco… bueno, perdón, aguanto mucho. Pero si un día tengo que saltar, salto. “No puedo con ellas. No sé qué”. El caso… bueno, que ahí su identidad se nota. “No puedo vivir tampoco sin ellas”, y no sé qué, “pum, pum, pum”. Constante. ¿Sabes?, de vez en cuando constante. Y el otro día ya salté y me puse en frente, digo: “Mira, Paco. Paquito. Tienes que olvidarte de eso, o por lo menos, bueno, si te parece bien ese comentario. Pero una mujer que te quiere, y tú la quieres a ella, va a ser tu madre, tu hermana, tu amiga, tu amante, y te digo más: si algún día te pones malito y tú ni siquiera la has despreciado y todo eso, te cuidará. Cosa que no harás tú y ningún hombre en la vida”. Quiero dejar mi constancia de mi admiración hacia las mujeres, y no es intelectual, ¿eh? Es de vivencia. Yo he tenido suerte de que me han… he tratado muchas mujeres, me refiero, en el pueblo te daba la teta hasta la vecina, si estaba en cuestión de… [risas]. Una tal Carmen, que era vecina, me… que todavía la veo y le doy unos abrazos. Y le digo: “¡madre mía, cómo me gustaban tus tetas!” [risas], las tenía grandes. Y generalizando, evidentemente, hay personas que a veces tienen comportamientos… nadie es naturalmente perfecto, ¿no?, porque para eso hay que estar muy atento y ser correcto y tal, pero… No lo digo por quedar bien por la época que vivimos sino porque creo que es verdad, ¿sabes? Es verdad. Y es un complemento del… o sea, la mujer y el hombre son complementarios, que la naturaleza es muy sabia. Porque… me molesta todavía las cuestiones ésas de… Les duele, ¿eh?, les duele lo que está consiguiendo la Mujer a mucha gente, a mucha gente, a muchos hombres. Y hay que defenderlo totalmente porque te insisto, yo lo último que le dije lo he visto, lo he comprobado. Eso no lo hace un hombre en su vida, no lo hace nadie, ningún hombre lo hace. El hombre… Uf, y en el sexo y todo eso, uy. Nada, es como un espermatozoide que después cuando eso: “Uy, yo quiero a mi mamá” [risas]. Una madre separada con cinco hijos y han sacado adelante a todos. [30 min.] Yo, Nelo, supongo que lo dices también con sinceridad, porque es así. Aunque no tenga que ver con la pintura, pero bueno, me gusta ese dato porque es importante el hecho.

La pintura es un poco como la poesía sin palabras. Otro tipo de espiritualidad, a lo mejor, ¿no?

Sí, sí, sí, es cierto, es cierto. Es difícil, porque la palabra tiene… El poeta yo creo que es… no sé por dónde se mueve, me da la impresión que se mueve por el aire. No, por el aire el músico, el poeta es como… Aunque Josep Pla era muy curioso, me encanta Josep Pla, el escritor catalán, que decía: “¿Por qué hablan así los poetas?” [risas]. Después sabía admirarlos, ¿no?, pero decía: “¿Por qué dicen esas cosas?”. Entonces es como si hubiesen descubierto… yo creo que, mira, al escultor le conmueve la tierra, ama la tierra. Me da la impresión de que coger y moldear una cosa a través de la tierra, la piedra y tal. El pintor yo creo que se mueve en el agua, la cosa aceitosa y líquida del agua ésta. El músico yo creo que se mueve en el aire, por el sonido y todo eso, y el poeta yo creo que se mueve en eso que trata de visionar, que es el misterio, o algo así. El misterio. Cuando se entienden, porque Pla sí que tenía alguna frase… hay veces que no les entiendes, es verdad, hay veces… lo ponen de una manera que no les entiendes, no sabes por dónde va y tienes que… Pero yo creo que tratan de visionar el misterio, ¿no? Yo no sé si “universo” tiene que ver, el que lo puso el nombre, que es como una especie de verso: “uni-verso”, un verso. Un poema enorme, ¿no? Entonces sí que es lo que tú dices, tiene algo de… bueno, yo creo que la espiritualidad es una condición final del hombre. Es que hay mucha gente que piensan que… Surge, el hombre surge, salen los órganos, los tejidos, los cuerpos, y va al cerebro y a través del cerebro surge la conciencia. Pues no, es al revés. Es la conciencia lo que crea todo. Porque eso es lo que nos han ido diciendo, investigado, aunque ya lo otro se sabe por Jesús, por Buda, Lao-Tse, y bueno, y algunos que hay en esta época y todo eso, ¿no? La conciencia lo va moldeando todo. Lo va moldeando todo. Ahí le puedes llamar Dios o lo que sea, el mismo átomo, los mismos átomos o la energía, lo que sea, pero lo mueve todo. Y no es al revés, que parece… ya te digo, antiguamente se pensaba que era… que sale el hombre, luego el cuerpo y todo eso, y lo último la mente, ¿no? La conciencia es la primera. Dicho ahí como una especie de conciencia, ya te digo. Yo lo noto, ¿eh?, lo noto. Hay como una voluntad operante ahí que no sé qué es, y probablemente será muy difícil que luego lo averigüemos, porque estamos dentro del misterio. Si quieres averiguar yo creo que hay que salirse fuera. Y me parece que [Max] Planck lo decía eso, decía: “No vamos a averiguar nunca…”. El origen, quiero decirte, porque estamos dentro del origen, y para a lo mejor averiguar… Es como si tú inventas la radio y pretendes que la radio te entienda a ti, ¿no?, algo así. Muy complicado. Entonces sí que tenemos un poco… aparentemente porque ocurre una cosa con la pintura, como tantas cosas de que parece como que, si hace… el artista hace una cosa, [35 min.] y entonces están los admiradores de esa cosa. Y ésa es la apariencia, pero yo creo que no es… es solamente apariencia. Me da la impresión de que la pintura se tenía que hacer siempre sin remedio, igual que se tendría que hacer sin remedio la cocina o la música. El pintor es un ser que pinta no para los demás, sino en lugar de los demás. En lugar de los demás. Porque para los demás es un hecho, ya te digo, es lo que ocurre, y parece un hecho de la oferta y la demanda. Pero tú, Nelo, si tú te pones enfrente de un cuadro, estás viendo algo, sientes algo y todo eso, es que Antonio Vera está haciendo por ti, no para ti. Que lo podías haber hecho tú, quiero decirte que lo otro es una cosa circunstancial. Que se llame Miguel Ángel o algo de eso, en el fondo es lo que tiene menos importancia. Creo que la pintura, la música y todo eso se hace por el Hombre, por el Ser. Y digo el Hombre entendiendo a todos, ¿sabes?… [risas]. “Hombre” viene de “humus”, tierra, que no es el hombre en plan de macho, quiero decirte [risas]. Entonces sí que tiene… yo creo que es una condición final. Yo, el cómo surgió, como no lo sabemos, no lo sabemos, pues… está ahí, por eso yo creo que la mayoría de los… pueblos primitivos que enterraban las cosas estas es porque se daban cuenta que había algo, no sabían qué y por eso… Y también muchas veces hacían barbaridades evidentemente, con eso de los dioses, los sacrificios y todo eso. Pero notaban… el espíritu quiero decir que no es una condición pasajera, es una condición final del hombre. Y la tienes tú… que hay mucha gente que dice: “¡no, yo… pintar yo, buf! Yo no sirvo para eso”. Todos, todos, lo demás es circunstancial, quiero decirte que todos pueden ser, por supuesto. Si yo he visto a maoríes que hacen una especie de dibujo allí con piedras y todo eso, y además hacen una cosa interesante que la borran porque dicen que aquí nada permanece. Entonces, todo el mundo tiene el espíritu de sentir la poesía del universo, quiero decirte de… tal, tal. Que por sus condiciones no le ha dado la oportunidad de que eso ocurra, bueno, eso es circunstancial, pero yo creo que no se hace una pintura para los demás, sino en lugar de los demás. O casi todo.

Por resumirlo, Nelo, yo creo que es un poco vanidoso decírtelo, a mí… si me defino como pintor es como el pintor que pinta la vida, y ya está. Me refiero, me gusta pintar la vida. Pero tendría que vivir trescientos años, quinientos años, para poder pintar… Y seguramente que no lo pintaría todo y tal y cual, pero… El ejemplo que os pinto yo, de pequeño me recuerdo en el parque, allí sale mucho el rocío cuando ha habido escarcha por las noches, con el frío y todo eso, y yo recuerdo haber observado un caracol y decir… me parece una cosa maravillosa. Saca su cabecita y con sus antenas hace así: ts ts ts… Lo tocas y hace ¡chist!, una sensibilidad y todo eso. Y a mí eso me parece… hasta eso es bonito de pintar un caracol, ¿no? O cuando tú ves el Oceanográfico con la familia que… en la única vez que he ido observé un caballito de mar, que lo tenía visto de los documentales y todo eso, pero al verlo al natural me pareció una cosa maravillosa. En el agua así, con esas aletillas que se mueven así tc tc tc tc. Y es una cosa… yo lo miraba… cuando tú miras sin… El peligro es que tú tengas cosas en la mente ya, previstas. Es normal que nos pase, quiero decirte que eso es normal que nos pase y tal y cual, pero cuando consigues verla sin nada… Yo recuerdo estar ante… a lo mejor si os lo describo os acordáis: Velázquez, no puedo decir ya el Supremo y todo eso por que hasta me quedaría corto. Es una cuestión asombrosa, ver cómo pinta Velázquez. Pero lo más importante de Velázquez es lo que siente al pintar. En Velázquez todo se convierte en bondad. [40 min.] Parece que entiende lo que pinta y lo salva. Toda la pintura de Velázquez salva lo que pinta. Hasta un libro, de repente tiene el libro ahí de un enano y ves el libro y parece que el libro está diciéndote algo, no sé… Lo salvas en esa especie de serenidad que tiene Velázquez que para mí es pasmosa. Bueno, pues un día que estaba a mediodía que es cuando menos gente hay y tal y cual, de esas veces que fui a Madrid, una vez casi lloro ante el Niño de Vallecas. Me pareció… El Niño de Vallecas es éste que está… tiene como una mirada de… es que como pintó a seis o siete bufones y enanos y tal, tenía esa especie de… ¿qué sería?… No llegaba a ser Síndrome de Down, pero un poco, y está así como altivo, altivo pero con una humanidad tremenda ¿no?, y tal y cual. Y estuve un rato mirando hasta que ya se me fue todas las palabras de la mente y tal y cual. Pues se me hizo que estaba en frente de Dios, te lo puedo asegurar. Digo, claro, si es que es un ser igual a ti. E igual a Dios, también. Y casi lloro. Ostras, cómo me conmovió. Y eso es lo máximo [risas], eso es lo máximo. Recuerdo a mi madre, es que, claro, lo que ha tenido que ocurrir, ocurre. Nosotros se inventó… nos hicimos sedentarios, las ciudades, en fin, toda esa historia y tal. Y empezamos a ver, pero hay una condición pura en nosotros, y defiendo a [Jean-Jacques] Rousseau en eso, que también hay muchas discusiones: que el hombre es bueno por naturaleza y todo eso y tal, ¿no? Entonces hay una condición que la noté mucho en mi madre un día: estaba sentada… Mi madre tenía excesos con mi hermano; bueno, los tenía con todos, pero con mi hermano el mayor más todavía. Y algunas discusiones que salían en casa era sobre… “Sí, sí”, y ella pues como una madre defendiendo a su hijo. Los argumentos míos y del otro le pudieron ya, le pudieron. Entonces se quedó: “vale vosotros, lo que vosotros digáis”. Pero os las cuento porque es que se me quedan grabadas cosas, hay cosas que se te quedan grabadas y no sé por qué ocurren. Quizás por eso, ¿no?, después lo pienso y quizás sea por eso: vi al Ser Humano puro ahí, amoroso y libre. Porque estaba derrotada y ella tiró a coger un poco de pan y con las miguillas de pan se las comió como una abuelita. Pero con una dulzura y una especie de naturalidad, que vi al Ser ahí. Vi al Ser. Al Ser maravilloso que somos, quiero decirte que podemos ser muy crueles y todo eso, pero lo vi en mi madre aquella vez. Lo vi en mi madre, esa cosa de la pureza del ser humano, que… Ocurrió lo que ocurrió y ya no podemos volver para atrás [risas]. Tiene… me está pasando como a Paco, ya te digo, ¿eh?, el otro día. Paco me miraba… Me gustaría… eso que dicen de… si has escrito un libro, si has…

Si has plantado un árbol, has tenido un hijo…

Eso, eso, en eso estoy, y tal y cual. Pues yo tengo… eso lo sentí mirando la ventana. De hecho, creo que voy a hacer dos canciones, una nueva faceta que no… [risas] que no he desarrollado mucho. Las tengo ya en la cabeza, porque me ocurrió allí, estando frente a la ventana vi… se estaba apagando la luz, se estaba apagando el sol, perdón, se estaba… Y en la pared había solamente un rayo, había un rayo que se filtraba por todo eso y tal, y entonces… Fue de las cosas que me conmovió. Mucho, me conmovió mucho, sentí algo interior fuerte, ¿no? Y me di cuenta que la condición de saber lo consciente que eres de tu propia conciencia, de que puedes reconocer a un árbol, a un africano, a un grillo, y todo eso y tal, lo determina de una manera absoluta, totalmente, sobre el ser humano. [45 min.] Y ahí me gustaría escribir un ensayo, una canción… Lo de la canción es como un poco más cercano, más esto. Pero me gustaría… que lo tengo en la cabeza… “cuando me jubile”, estas tonterías que dices [risas]. Me gustaría desarrollarlo porque, es que yo creo que es muy fuerte. Es muy fuerte. Me refiero a saber que tú, eres tú, tu conciencia y tal y cual. Porque veas tú, no verás tú una tortuga ni a un perro irse a un psicólogo ni nada de eso. Cumplen con el papel que les toca y ya está, pero a nosotros el papel que nos toca es tela. Tela. El papel que nos toca es tela. Y me gustaría hacer algo sobre eso [risas]. Tengo esa especie… ya lo podría completar, es que soy un curioso insaciable, soy un curioso insaciable. Todo, todo, todo lo que se me ocurre, lo que pienso, lo que aprendo de los demás… Entonces, me parece una maravilla, que por otra parte nos condiciona de una manera que puede ser muy dura a veces, muy dura, porque… El otro día os lo que comentado: otro fin de semana, es una cosa… Y me dije: “también eres un animal: ¡aguanta como los animales!”. Porque es así, es así. Y mi perra, que me dio una lección de dignidad, de muerte. Me dio una lección, porque me quedé pasmado de su muerte. Me gustaría escribir algo sobre eso [risas]. Porque para mí es muy fuerte, es fuerte eso. La última es la de Godella [los catálogos], el orden es éste.

Bueno, de ésta nos has contado cómo fue la cosa. Es lo más humilde, aquí… Es casi la creación, ¿no? Lo primero es esto, después ya vendrá esto, pero…

Sí, exactamente. Alguna broma me hizo alguno, incluso como diciendo: “¿por qué pintas piedras?, si una piedra miras y no te da nada” [risas]. Digo: “te tendrías que comer el coco, sí que da mucho”.

Claro, es que al final el arte tiene que ver con la mirada sobre las cosas, ¿no?

Exactamente, es sobre la mirada de las cosas.

Porque la mayoría de la gente cuando empecé estaba malacostumbrada a mis paisajes. Yo hacía algunos paisajes, antes. Y alguno decía: “Niño, ¿pa qué pintas piedras?”. Pues no tengo ningún cuadro de piedras, acabaron vendiéndose todos. Y después ya me venían preguntando: “oye, ¿tienes alguno de esos de piedras?” [risas]. Lo que suele ocurrir.

¡Qué maravilla! Bueno, aquí la piedra ya se ha convertido…

Sí, esto es de Mérida.

Bueno, y el color, ¿eh? ¡Qué sutileza!

Mira, me has dicho una palabra que me gusta, porque yo procuro ser sutil con el color. Esto no quiere decir que yo vea un Van Gogh y… ¡hostia! Van Gogh que no es sutil, pero es una fuerza impresionante. Van Gogh, esa cosa que ha ocurrido se la merecía, porque yo… ahí temblé también, con Van Gogh temblé. Y me dije, digo: ¡ostras! Lo vi en el Thyssen, yo no he visto al natural ninguno apenas de eso, pero vi en el Thyssen dos o tres y cuando los vi me di cuenta: “¡hostia, tío!”. Van Gogh tú no lo puedes poner con ningún pintor. Con ninguno, no puedes comparar ni decir nada, porque… Era como diciendo… además, lo conocéis, porque no sé si conocéis la película de El loco del pelo rojo [Vincente Minnelli, 1956]. Van Gogh te está diciendo: “¡¿No ves los puentes?! ¡¿No ves los labradores?! ¡Los tienes que amar, es maravilloso!”. O sea, te está diciendo, pero te lo dice a gritos, porque Van Gogh es así.

Sí, es una pintura vehemente. Absolutamente, sí.

Entonces digo: hostia, Van Gogh… Quiero decirte que Van Gogh es completamente diferente, pero me apasiona.

Es la humildad, ¿no? La humildad de…

Yo procuro… Sí, pero me gusta la palabra porque yo procuro ser sutil, me gusta la sutileza.

Sí, sí, se nota. Y esto, aunque es simultáneo, es lo contrario, es el mogollón.

[50 min.] Sí, sí.

Esto no es la naturaleza, esto es la sociedad…

Esto ocurrió por el hecho de que me decían el Antonio López de Valencia. Antonio López ya sabes tú que, en Madrid, todo eso y tal y cual. Y sí que había evidentemente pintores que habían pintado un rincón, un acuarelista y tal y cual, pero es que ésa hice, esos son… ése de hecho está aquí, lo tiene un jefe de un ingeniero agrónomo de por ahí por la… es que no me acuerdo, es un organismo importante. E hice de éstos casi veinte cuadros, pero me volví loco un poquito, porque eran enormes, quiero decir que… Y Valencia, ya te insisto, para mí está infravalorada, porque es… y fue una especie… ya te digo, pinté alguno y digo: pues voy a hacerle uno a Valencia capital, porque yo estaba enamorado de Valencia.

València es una maravilla de ciudad.

No está muy… eso, ya te digo, mucha gente, ya sabes tú, los franceses, mucha gente son chovinistas y se venden muy bien. Valencia es preciosa, preciosa. Por montones de sitios hay rincones preciosos.

Claro, alguien tiene que ver esto y enseñarlo, aunque lo vemos todos [risas]. Bueno, el trabajo aquí es enorme, trabajo de dibujo, trabajo de detalle…

Hice mucho sobre tejados… alguna calle, pero hice mucho sobre tejados, desde tejados.

¿Cuánto te costaba pintar uno de estos? Porque parece…

Es difícil, porque yo ahí lo que voy haciendo: le doy una mano a uno, lo dejo que vaya secando, luego voy a otro y tal y cual. Entonces no es el proceso de empezar y terminar. No sé cuánto… Si lo pienso puede ser que tenga… un cuadro de este tamaño… diez, doce días, no lo sé, no lo sé. Tampoco lo calculo, ¿eh?

Y lo mismo, el color es sutil ¿eh?, hay una gama que parece naturalísima…

Yo creo que me dicen eso, cuando me dicen que mis cuadros les relajan es por eso, por esa… Que te insisto, no es ni siquiera intencionado. Es intencionado cuando vas pintado: “hostia, me choca, lo voy a suavizar…”. Bueno, y que además yo valoro mucho la sutileza, a todos los niveles: de conversación y de todo. La sutileza me…

¿Cómo está tu cabeza de pintar esto a pintar esto? ¿Es la misma cabeza? [risas]

Sí, en realidad es la misma, lo que pasa que… En fin… Sí, en realidad la piedra es… lo mismo que le pasa al jardín, ya hecho de belleza para el hombre, con la serenidad y todo eso, que la selva, quiero decirte que la selva y el campo es más bruta, y tal y cual, y el jardín lo hace ordenado, armonioso y tal. Pues con la piedra haces el edificio que te… o sea que…

Y entre comillas puedo decir una cosa que también es un poquito vanidad de artista, que “el artista lo sutiliza y el productor lo utiliza”. Es la diferencia [risas]. Necesarios los dos. Son necesarios los dos.

Y las luces son impresionantes, ¿eh?

Eso tengo que agradecerle al gran maestro Sorolla, muchísimo. Y a la misma Valencia, que tiene una luz muy especial. Muy especial.

Hay cosas que son casi abstractas, ¿no?

Sí, no, no, es que tiene… Tú miras un tronco y es como una abstracción, mientras que no ves forma del árbol entero y todo eso, es como una abstracción, sí.

Sí, sí, sí, es la forma pura. Imagínate, esto… madre mía.

Vosotros naturalmente después pondréis lo que pondréis, haréis lo que os parezca bien, resumiréis… pero tengo otra anécdota para el Museo Benlliure.

Ah, a ver, a ver.

Además maravillosa, maravillosa. En mi pueblo había un médico de tradición médico, el padre… Don Emiliano Gaete. Me imponían una cosa tremenda. Un tío enorme, lo que pasa que esa especie de cosa también con paternalidad. “¿Qué le pasa al chico este?”. Un vozarrón… “Nada, nada” [55 min.]. Éste era hijo del que creo que tiene la escultura. El asunto fue el siguiente: El escultor más importante en España, o de los más importantes, era don Mariano Benlliure. Mariano Benlliure, tela. Ya te digo: si hubiera sido francés, italiano y todo eso, hoy estaría… porque nosotros nos vendemos peor. Pero Mariano Benlliure fabuloso, un escultor extraordinario. Pues le escriben la gente del pueblo, a don Mariano Benlliure, diciendo que han recogido este dinero porque quieren regalarle un busto al médico, don Emiliano Gaete, que estaban muy… contentísimos con él. Era de esos… ni cobraba cuando veía que eran pobres. Un tío estupendo, ¿no? Y Mariano Benlliure les contestó diciendo que, claro, lo que habían mandado era sólo por el material y eso, ya casi ni costaba, pero el trabajo lo hacía gratis. Y les hizo todo el trabajo gratis, el señor don Mariano Benlliure. Y está allí, en un pueblo de Extremadura la escultura de don Mariano Benlliure del médico.

¡Ah, eso no lo sabía yo! ¡Qué bonito!

Es bonita, ¿eh? Es bonita, ésta… Desde entonces… bueno, yo lo admiraba, pero desde entonces lo admiro más, a don Mariano Benlliure.

Cosas humildes, ¿eh?

Sí, no, sí, te insisto que… la… Hombre, verás, también hay cosas… ¿sabes lo que me… —ahora que has dicho eso… me enrollo mucho o qué—? ¿Tú ves los rococós, los palacios estos que están en Versalles…? A mí, yo no sé por qué a mí… sí, los veo, sé perfectamente que aquello está muy enjoyado y todo eso, pero yo veo el Partenón de Grecia y me parece… Digo: lo más luminoso, quiero decirte, lo que queda y tal, el Partenón, y lo que se ha copiado, ¿eh?, porque en Inglaterra… esa cosa del esto, con las columnas y lo demás. Tengo tendencia a eso: humildad y sencillez, llámale. Humildad y sencillez. Prefiero una cosa de estos. Yo de hecho, un collar de muchas joyas… no le veo atractivo. Te insisto, es por… sé que no es intelectual ni nada de eso, es que no me gusta. No me gusta. Y los palacios de Versalles y eso cuando están muy recargados de… no me gustan. Yo prefiero esta especie de cosa del Partenón, sencillo y contundente.

Bueno, hay más espiritualidad, ¿no?, como decíamos en estas cosas tan sencillas… Esto no es nada, ¿no? ¿Quién valora esto? Más espiritualidad en esto que en los palacios.

Sí, lo otro parece como…

La vanidad humana. Los japoneses, también.

Exacto. No, sí que tengo algo de oriental, ¿eh? Tengo algo de oriental, de… De hecho, en la cuestión espiritual me gusta mucho, me gustan mucho los orientales.

¿Los textos [de los catálogos] los has buscado tú?

Es que tengo… verás… puse uno de los escritores valencianos que me gustó mucho… No, Mitología germánica. Éstos los escogí yo. Claro, los escogí de libros… los fui apuntando, los que señalaban colección de un árbol, relacionado con el árbol. Ves…: “El campo mismo se hizo árbol en ti, parda encina” [catálogo ‘Árbol’, página 20, fragmento de un poema de Antonio Machado]. Además querían… eso les encantó en el Ayuntamiento. Dice: “Coño, está bien que lo hayas acompañado con textos literarios sobre esto”, y tal. Y aquí fue donde hice… y creo que todos estaban escogidos de valencianos que admiro [catálogo ‘Naturaleza’]. ¿Ves? Miguel Hernández… El único que creo que… bueno, sí que está, pero lo deberían de… más, más: Azorín. Sí, éste fue el que hice con… Al-Russafí, éste estaba porque fue también aquí. Bru i Vidal… Gabriel Miró… O sea, que sí que lo hice… y al que creo que —esto es una opinión personal— a mí me parece que a Vicent Andrés Estellés le deberían de hacer mucho más.

Yo paseo mucho por aquí, por el camino de la Ponsana creo que se llama, estos caminos… ya sabes tú. [60 min.] Y algunas veces por la tarde me pongo delante de un naranjo o de un limonero… Y ya te digo, simplemente mirarlo ya… puf… Pues eso, la magia, la magia de la luz y de la forma.

Muchos de éstos están en Francia. A través de una amiga vino un francés y se llevó seis o siete de éstos.

¿Y haces fotografías cuando vas por ahí?

Sí, casi siempre. Después voy y tomo notas de color en cuadritos pequeños y cosas de ésas.

Lo bonito de la pintura es que está en tus manos, no depende de productores ni de cadenas de no sé qué…

Sí. Yo, los amigos estos… tuve unos amigos y amigas que hicimos dos o tres colectivas. Y se quejaban mucho. Y digo: “mira, tenemos que aprender de los…”. Se quejaban mucho por la cuestión de la “fama”, me refiero al hecho de poner en los periódicos y todas estas cosas. Y digo: “Tenemos que aprender de los impresionistas y eso es muy importante, es vanidad, pero es una virtud que tengo: yo pinto porque estoy bien pintando. Me refiero, ya no pienso en exponer más o menos, o que me saquen o no me saquen” y tal. Porque nos reuníamos por las noches, hablábamos de nuestras exposiciones y tal. “Es que claro, con las galerías tienes que tener un enchufe…”, no sé qué. Digo: “Tenéis que pintar porque os sentís bien pintando, después ya… —Digo: El arte es el arte, y lo otro son cosas ‘que suceden’. Que no es lo mismo. El arte es una cosa maravillosa: estar sentado, pintando o escribiendo una poesía, haciendo una partitura musical… El momento íntimo, único… lo otro son cosas ‘que suceden’. Ya harás tú lo que quieras, te darás a conocer más o no, ya te… pero…

A veces la carrera pesa más…

Sí, exactamente. Y no debería ser lo más importante.

Catálogo de exposición: Piedras. Círculo de Bellas Artes, 20 de març al 12 d’abril de 2001.

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Catálogo de exposición: Valencia. Galería Artis, 3 al 28 d’abril de 2001.

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Catálogo de exposición: Árbol. Casa Museu Benlliure, setembre-novembre 2009.

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Catálogo de exposición: Naturaleza. Centre d’art Villa Eugenia, Godella, 6 al 27 de març de 2020.

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Extracte de l’entrevista

Fitxa de la publicació

Nom Antonio Vera Mahedero (1959)
Títol  Antonio Vera, el pintor i la seua poètica
Categories Art, cultura, home
Data i lloc de l’entrevista Dijous 7 de març de 2024
Equip entrevistador Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar), Bàrbara Sales Alós
Publicació a Moncadapèdia Dimecres 17 d’abril de 2024
Enllaç https://youtu.be/DSFeP4Ri-mg
Extracte https://youtu.be/KR_NaaoFTpc
PDF

Catàlegs d’exposicions individuals

Catàleg d’exposició: Piedras. Círculo de Bellas Artes, València, 20 de març al 12 d’abril de 2001.

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Catàleg d’exposició: Valencia. Galería Artis, València, 3 al 28 d’abril de 2001.

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Catàleg d’exposició: Árbol. Casa Museu Benlliure, València, setembre-novembre 2009.

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Catàleg d’exposició: Naturaleza. Centre d’art Villa Eugenia, Godella, 6 al 27 de març de 2020.

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